«Para mí, la escuela ha sido una puerta directa al mundo laboral. Cuando empecé el grado
me encontré con asignaturas enteramente interconectadas entre sí, que despertaban el
interés del alumnado y en las que, de manera constante, se nos proporcionaban
herramientas para el ámbito profesional. No obstante, algo que ha sido imprescindible es
la presencia en el centro de un claustro de profesores increíbles que están totalmente
comprometidos con los estudiantes, no limitándose a lo estrictamente académico e
impulsando siempre a la superación de uno mismo.
Y por supuesto, la posibilidad de llevar a cabo prácticas laborales donde, como es mi
caso, finalmente me contrataron.»